La Final Four es un nuevo terreno para los South Carolina Challengers
La Final Four es un nuevo terreno para los South Carolina Challengers
GREENVILLE, Carolina del Sur — Aliyah Boston rompió con cuidado un pedazo de la red el lunes por la noche después de que Carolina del Sur venciera a Maryland para avanzar a la Final Four Femenina. Mientras hacía el corte, le pregunté a una trabajadora de Carolina del Sur si lo estaba haciendo bien esta vez.
Con tres campeonatos de la Conferencia del Sureste, tres Final Fours y un título nacional, el alero de Boston, una estrella de Carolina del Sur, es un habitual cuando se trata de cortar la red. Sin embargo, ella siempre ha querido una pieza que pudiera usar como un brazalete. De alguna manera, no obtuvo el corte que quería hasta el lunes por la noche.
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“Es tan vergonzoso porque ¿cómo no puedo sentirlo ahora?” Boston dijo. “Escucha, soy una cortadora de redes terrible, lo creas o no. Corté las cuerdas de alguna manera. No soy una chica de cuerdas. Me gusta el brazalete porque es genial. Así que descubrí el secreto”.
Preocuparse por la tecnología de celosía es un lujo que Boston y Carolina del Sur pueden permitirse. Los Gamecocks se habían convertido en un gigante del baloncesto universitario, y con un puesto en la Final Four en juego, Boston tuvo uno de sus mejores partidos de la temporada: 22 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias en la victoria por 86-75.
Carolina del Sur está acostumbrada a ver a otros dos gigantes del deporte, Stanford y Connecticut, en la Final Four. Pero esos equipos se retiraron y, en cambio, a los Gamecocks en Dallas se les unirían algunos programas menos conocidos: Virginia Tech, Iowa y Louisiana State.
Virginia Tech está en la Final Four por primera vez. La última vez que Iowa fue fue en 1993. LSU tuvo una carrera de cinco años para llegar a las semifinales nacionales que terminaron en 2008. Ninguno de los tres oponentes en la apuesta de Carolina del Sur por repetir el título llegó al juego del campeonato.
Carolina del Sur estará en el lugar el viernes contra Iowa State y la escolta Caitlin Clark.
La entrenadora de los Hawkeyes, Lisa Bluder, recuerda estar sentada en la sala de estar de Clark hace años en un viaje de reclutamiento, cuando Clark le dijo que soñaba con competir en la Final Four. Desde la llegada de Clark a Iowa en 2020, ha hecho pública esta ambición y le ha contado a cualquiera que le pregunte al respecto, algo que Bluder anima a Clark a “dejar de hacer”.
“Aprendí hace mucho tiempo a no darle siempre a la gente tus objetivos”, dijo Bluder. “Porque hay mucha gente que quiere derribarlos. Ella no tenía miedo de ese objetivo. No tenía miedo de exponerlo”.
El domingo por la noche, en el partido más importante de su carrera en Iowa, Clark tuvo posiblemente su mejor actuación: 41 puntos, 12 asistencias, 10 rebotes y 3 robos en la victoria por 97-83 sobre Louisville.
“Contra las mejores competidoras del país, ahí es cuando ella está en su mejor momento”, dijo Bluder en una entrevista reciente.
Mientras Clark golpeaba canasta tras canasta, algunos defensores lanzaban los brazos al aire con frustración, y Clark a menudo saludaba con la mano a los fanáticos de Iowa que viajaban a Seattle. Siguieron su ejemplo y rugieron con cada convocatoria como un escuadrón siguiendo a un líder.
Fue el primer juego de campeonato triple de 40 puntos, masculino o femenino, y consolidó la afirmación de Clark de ser la estrella más popular del baloncesto universitario.
Mientras que Iowa y Louisville se enfrentarían en un campo de juego lleno de triples y tiros de élite, LSU se saltó a Miami en un juego que la entrenadora de los Tigres, Kim Mulkey, dijo que habría detenido si estuviera viendo en casa.
Quizás la lucha es un eufemismo para describir ambos crímenes. No fue hasta principios del último cuarto que la escolta de LSU, Kateri Poole, hizo el primer y único punto del juego. (En Seattle, Clark tuvo ocho solo, y en Iowa y Louisville combinados para 34).
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El alero de LSU, Angel Reese, hizo solo tres canastas desde el campo, el estudiante de primer año de la Conferencia Sureste, Flau’jae Johnson, falló tiros abiertos y los Tigres tuvieron su peor juego ofensivo de la temporada.
Los 54 puntos de LSU y su 30.1 por ciento de tiros fueron los mínimos de la temporada. Un punto brillante fue el armador Alexis Morris, quien mantuvo a los Tigres en el juego con 21 puntos. El otro fue la defensa de los Tigres, que obligó a Miami a lanzar incluso peor que ellos.
Pase lo que pase, los Tigres bailaron y bailaron en la mitad de la cancha mientras caía confeti y los jugadores cortaban las redes. “¡¡Ganar es ganar!!”, escribió Reese en Twitter. Cuando concluyeron las festividades, Mulkey caminaba descalzo por la plaza.
Mulkey, quien llevó a LSU a nueve victorias hace dos temporadas luego de ganar tres campeonatos en Baylor, ha tratado de moderar las expectativas a lo largo de este torneo. Le dije a los periodistas que LSU se adelantó a lo previsto después de agregar nueve jugadores nuevos para comenzar la temporada. Y pregunté, ¿qué equipos han tenido dos años buenos desde que el entrenador está en el cargo?
Después de obtener un lugar en la Final Four, Mulkey reflexionó sobre su carrera y sentido de liderazgo para la universidad líder en su estado natal hasta la fecha.
“Solo quería volver a Luisiana e irme a casa”, dijo Mulkey, de 60 años. Agregó: “Pero lo que realmente me hace sonreír es que él no se corta en esa cuadrícula; está mirando a todas estas personas, mirando a este equipo que estoy entrenando y probándolo por primera vez”.
El oponente de la Final Four de LSU será Virginia Tech, que a pesar de tener un sembrado No. 1 ha sido ligeramente pasado por alto en el Distrito 2 de Seattle debido a la presencia de UConn como sembrado No. 2. UConn ha estado en 14 Final Four consecutivos y no parece estar desacelerando antes del torneo. Sin embargo, los Huskies fueron derrotados en los octavos de final por Ohio State.
“Éramos el sembrado número uno. ¿Sí? Éramos el sembrado número uno. Para que la gente diga, ‘Vaya, ustedes están aquí’, es casi como, ‘Sí, se supone que debemos estar aquí'”, Virginia. dijo el entrenador técnico Kenny Brooks.
Agregó: “No importa si UConn está delante de nosotros, Ohio State o los Lakers. Vamos a entrar y los vamos a arrinconar”.
Y lo hicieron.
Virginia Tech superó cómodamente a Ohio State el lunes para ganar 84-74. Las Hokies estuvieron respaldadas por sus dos estrellas, la escolta Georgia Amory y la centro Elizabeth Keatley, quienes se combinaron para 49 puntos. Virginia Tech parecía estar en problemas en el segundo cuarto, cuando Amoore se lesionó y abandonó la cancha brevemente.
“Me agarró de la barbilla, pero fue un pequeño pinchazo”, dijo Amoore en una entrevista con ESPN. “Teníamos un partido que ganar”.
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